domingo, 20 de octubre de 2013

Diario del viaje de Colón a las Indias

Diario de Viaje a las Indias: por Don Diego Pacheco.
Hoy día 12 de Octubre al amanecer del  sol, hemos tocado la tan ansiosa tierra. Nos recibieron unos hombres cuyos rasgos eran semejantes a los de los canarios, venían desnudos, se comunicaban entre ellos mediante una especie de lengua que yo por lo menos, y creo que los demás, tampoco consiguieron descifrar dichos vocablos-Nuestro capitán, Cristoforo  Colombo, al pisar tierra, ha intentado sin éxito conversar con dichos hombres. Primero lo intentó mediante el idioma árabe pero no consiguió entablar conversación; dichos hombres nos recibieron gustosamente en sus hogares, había dos tipos de construcciones: unas eran con planta rectangular, en las que vivían, según ellos, el cacique, que es la persona que ejercía el poder religioso en las aldeas; y otras eran de  planta circular,  habitadas por las familias en su sentido más amplio, abarcando hasta tres y cuatro generaciones.
 Esperemos que nuestra travesía no haya sido en vano.
Hoy día 23 de Noviembre he de proseguir con mi tarea de escribir un diario sobre la empresa de Cristoforo Colombo. Hace cinco lunas, los hombres a los que hemos denominado “Tainos” , que significa buenas personas, celebraron un ritual religioso denominado “Cahoba”, que consistía en la inhalación de un polvo extraido de la yuca y, después de haberlo inhalado, expulsaban vomito con el fin de establecer contacto con los cemíes, que para ellos son los espíritus de su mitología. Pero dos días antes, Cristoforo Colombo, diez taínos, unos doce hombres españoles y yo, mientras caminábamos apaciblemente por la densa y oscura jungla, fuimos atacados p0r dos jaguares feroces pero, como si fuera algo normal para ellos, los diez tainos se dispusieron a atacar a dichas bestias, aunque no todo fue así de simple, los tainos se pusieron a susurrar una especie de cántico parecido a: “uahuahuahuahuahuahuah.”
 Uno de los jaguares se lanzó sobre un hombre, éste agarró fuertemente a la bestia por su cuello y lo lanzó contra un árbol, acto reflejo uno de los tainos apresuró su lanza que dio justamente en la boca del estomago del jaguar, un momento después de haber matado a un jaguar el otra salió despavoridamente hacia el interior de la jungla. Yo me dispuse a ayudar al taino que fué atacado por el jaguar y al coger su mano noté que era dura cual roca y áspera. Se llamaba Nuno, y era uno de los guerreros más jóvenes de la aldea, estuve intentando comunicarme mediante gestos con él y pude hacer mi primer amigo, quien fue mi mejor traductor y como una especie de guía de la isla, a la que Cristoforo había llamado “La isla de El Salvador”. Nuno me enseño un poco de vocabulario taino, por ejemplo: amigo era “mi otro corazón”, cielo era “el mar de arriba” y perdón es “olvido”.
Hoy día 12 de Diciembre he pasado prácticamente el día con mi otro corazón Nuno que me ha estado enseñando características de su alimentación. Los tainos comen lo que ellos llaman cuys, que son unas especies de roedores muy pequeñas, como ratas peludas que se comen prácticamente enteras, también comen una legumbre que han denominado como yuca, que es una especie de planta muy suculenta de la cual sacan los polvos para la ceremonia de la cahoba. El mamey es una fruta de un color naranja reluciente como el sol, con un sabor que es como si comieras un manjar de todo tipo de frutas. Lo más  deslumbrante de todo es el paiche, que es un pescado de un tamaño de dos hombres bajos y de un peso de tres personas, lo  pescan en el río y para sacarlo del agua hace falta una fuerza tremenda. Su nutrición es variada y deliciosa pero lo mejor de todo es el cacao, una fruta de color marrón de la cual extraen un líquido marrón como la tierra, según ellos te proporciona longevidad. Va a ser de lo que más nos vamos a llevar hacia Castilla, pues a Cristofor0 le ha encantado al habérselo descrito como un manjar digno de dioses. Pero como todo no podían ser buenas noticias, hoy  nos hemos enterado de que los tainos no son el único pueblo que habita  la isla, los caribes, que son un pueblo bastante menos desarrollado que los tainos, y entre los que de momento no parece existir ninguna disputa.
Espero que todo sigua así hasta que nos marchemos.
Hoy día 30 de Diciembre  presentí que algo extraño empezaba a suceder en la aldea, los tainos caminaban cabizbajos, y  sus rostros no parecían albergar su típica alegría. Pronto descubrí porqué estaban todos así; un rayo que debió caer la noche pasada había caído sobre la cabaña del cacique con  toda su familia dentro, por lo tanto la aldea se había quedado sin cacique y, por lo tanto, sin nadie que pudiera descifrar los mensajes de los cemies. No sé como podrán elegir un nuevo cacique pero espero que lo hagan pronto, mi buen amigo Nuno se iba a unir religiosamente con Raser, una chica indígena de no más de 18 años, cuyo rostro es tan magnífico y tan maravilloso como el sol al caer. La unión se celebraría   dentro de cinco amaneceres , es decir, el 4 de Enero. Espero que para entonces todo vaya bien.
Hoy día 16 de Enero 1493 hemos emprendido nuestro viaje de regreso a Castilla, esperando volver a ver a esta magnífica gente. Doce días antes, mi amigo Nuno, se había casado con su ahora esposa Raser, yo les había deseado lo mejor y creo que a partir de ahora todo les irá muy bien. Ya hay un nuevo cacique, se llama Kenta, y aunque ha pasado un poco desapercibido, piesno que será un buen cacique, pero eso es algo que nunca se sabe. Y hoy al ver el último de los muchos soles que he podido ver en esta isla me he dado cuenta de que los castellanos hemos hecho historia, historia que no quedará en vano, no quedará en vano porque hemos descubierto un nuevo territorio, al que ahora podemos llamar el nuevo mundo y ahora, al mirar desde la carabela “La Pinta” con la isla del salvador a lo lejos, me ha parecido ver a mi otro corazón: Nuno diciendo: hasta siempre.
                                FINAL DEL VIAJE

Por Juan Carlos Fernández Hernández.

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