El género dramático tiene una característica peculiar: se trata de que está pensado para ser un texto escrito y con la intención de ser representado ante un público.
En todo texto dramático participan unos personajes que intervienen en una historia que conocemos a través de sus diálogos y de las acotaciones del narrador.
Las obras teatrales presentan una estructura en tres actos, a veces cinco, en la que se corresponde la clásica organización de: introducción, nudo y desenlace.
Los diálogos constituyen el elemento esencial de una obra teatral. Los diálogos son directos y representan los parlamentos de cada personaje. De ahí que cada diálogo esté encabezado por el nombre del personaje que interviene. A través de los diálogos conocemos a los personajes y la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario